¿Por qué y para qué motivar? Las empresas desean siempre obtener el compromiso de sus empleados para los fines de la misma y eso no se consigue tratando a los empleados como números, recursos o meros medios. Sí se puede alcanzar manteniendo una preocupación constante por las motivaciones del personal e intentando que discurran en paralelo a las expectativas de las empresas. El líder es quien debe estar en posición de motivar.
Algunas de las técnicas que un líder puede aplicar para motivar son:
Brindarles oportunidades de desarrollo y autorrealización: Podemos delegarles mayor autoridad, otorgarles mayores responsabilidades, mayor poder de decisión, mayores facultades, mayor autonomía, nuevos retos, nuevas funciones, nuevas oportunidades para que expresen su creatividad, etc.
Darles reconocimiento por sus logros: Reconocer sus buenos desempeños, objetivos, resultados o logros obtenidos. Para ello podemos recompensar económicamente sus buenos desempeños, elogiarlos por el trabajo realizado, o darles reconocimiento ante sus compañeros.
Mostrar interés por ellos: Mostrar interés por sus acciones, logros o problemas; no sólo por lo que suceda dentro del ámbito de la empresa, sino también, por lo que pueda suceder en su vida personal. Para ello podemos preguntarles y aconsejarlos sobre sus problemas personales, apoyarlos en sus metas personales o de desarrollo.
Hacer que se sientan comprometidos con la empresa: Para ello debemos hacer que se sienta a gusto trabajando en nuestra empresa, y que sienta que es parte fundamental en el desarrollo de ésta; podemos, por ejemplo, otorgarles mayores responsabilidades, brindarles mayores facultades, mayor autonomía, limitar la supervisión.
Darles la oportunidad de relacionarse con sus compañeros: Para ello podemos crear grupos o equipos de trabajo (que además les darán identidad y un sentido de pertenencia), organizar actividades, eventos o reuniones sociales.
Darles buenas condiciones de trabajo: Consiste en procurar que el trabajador tenga buenas condiciones laborales. Por ejemplo, que cuente con un buen sueldo, con seguros y con todos los beneficios que obliga la ley.
Usar metas y objetivos: Para que esta técnica de resultado, debemos asegurarnos de que las metas se perciban como desafiantes, pero alcanzables. Debemos asegurarnos de que los empleados aceptarán las metas y se comprometerán con ellas. Las metas específicas incrementan el desempeño, y las metas difíciles, cuando son aceptadas, dan como resultado un mayor desempeño, que con las metas fáciles.
Fuente: Recursos Humanos Hoy